ANTECEDENTES
DE LA MITOLOGÍA GRIEGA
El hombre siempre ha
buscado explicar su origen, así como el origen de todas las cosas que lo rodean
y para lograrlo, le han atribuido a seres superiores la facultad de crear todo
aquello que se encuentra en su entorno tangible, este es el caso de la mayoría
de las civilizaciones de la antigüedad, de las cuales destaca la civilización
griega, ya que en ella se desarrolló una explicación considerablemente amplia
de todos los fenómenos tanto tangibles como intangibles que existía en el mundo
mediante sus dioses.
Este es
el caso del gran poeta Homero,
a quien se le atribuyen las dos poesías épicas más importantes de la
historia: La
Ilíada y La Odisea, las cuales resultan ser los escritos sobre
mitología griega más relevantes debido a la cantidad de información que estos
brindan para poder conocer más a fondo las creencias que tenían los griegos.
La Ilíada es un poema épico griego,
considerado el más antiguo de la literatura occidental; contiene 15.693 versos que narran
los acontecimientos del último año de la Guerra de Troya. Mientras que la Odisea: Son 24 cantos
que narran los viajes de regreso del héroe griego Odiseo (llamado también Ulises) de la Guerra de
Troya. Fueron 10 años de aventuras hasta que pudo llegar a la isla de Ítaca,
donde era Rey.
Otro
contribuyente destacable en cuanto a la difusión de los mitos e historias
de los griegos fue Hesiodo,
ya que puso por escrito y ordenó todo el cuerpo mitológico transmitido hasta
entonces de forma oral. Su obra fue de vital importancia para las posteriores
generaciones de historiadores y documentadores griegos, porque gracias a ésta
se ha conservado una gran cantidad de información con respecto a estos temas.
Se le han atribuido muchas obras pero actualmente se consideran auténticas solo
la Teogonía, en la
que relata la genealogía de los dioses de la mitología griega, es por ello que
se le considera como una de las más antiguas versiones del origen del cosmos y
el linaje de los dioses de la mitología griega.
Pero, dichos dioses no sólo representaban cosas particulares, sino
que se interrelacionaban unos con otros e incluso formaban partes de
historias, es decir leyendas, que
inventaron los griegos para explicar el mundo y encontrar inspiración y sentido
de pertinencia.
Lo verdaderamente interesante de estas historias, que conforman la
mitología griega, es que se enlazan unas con otras e incluso presentan
conflictos bastante difíciles de resolver, cuya respuesta siempre recae en la
intervención de los dioses o en las grandes hazañas de los héroes.
Como se mencionó con anterioridad, los griegos no sólo inventaron
dioses aislados, sino que imaginaron la historia de ese dios, qué hacía, cómo
era, cuáles eran sus facultades, cómo se relacionaba con los otros dioses e
incluso los empleaban como personaje para contar sus historias.
La obra está construida a partir de géneros poéticos preexistentes que
hasta el momento habían pertenecido a la tradición oral en Grecia: cosmogonías,
teogonías, genealogías, catálogos y mitos de sucesión. Los tres primeros
géneros pueden aparecer fundidos, vertebran la obra y están ordenados con un
criterio aproximadamente cronológico. Los mitos de sucesión, a pesar de que
pueden ser considerados como digresiones dentro de los bloques genealógicos, le
dan sentido a toda la obra.
Así mismo, ciertos vestigios
arqueológicos han sido de enorme utilidad para preservar la
mitología, ya que los griegos no sólo escribían o transmitían sus historias a
través del lenguaje oral, sino que también usaban ciertas herramientas para
plasmar físicamente escenas importantes de su mitología.
Los diseños geométricos sobre cerámica del siglo VIII a. C. representan
escenas del ciclo troyano, así como las aventuras de Heracles. Estas representaciones visuales
de los mitos son importantes por dos razones: por una parte muchos mitos
griegos son atestiguados en vasijas antes que en fuentes literarias (por
ejemplo, de los doce trabajos de Heracles solo la aventura de Cerbero aparece
en un texto literario contemporáneo), y por otra las fuentes visuales
representan a veces mitos o escenas míticas que no están recogidas en ninguna
fuente literaria conservada. En algunos casos, la primera representación
conocida de un mito en el arte geométrico es anterior en varios siglos a su
primera representación conocida en la poesía arcaica tardía. En los periodos
arcaico (c. 750–500 a. C.), clásico
(c. 480–323 a. C.) y helenístico
aparecen escenas homéricas y varias otras para complementar las evidencias
literarias existentes.
Poseidón.
Hades.
Hera.
Deméter.
Afrodita.